Hay colores para todos los gustos, sí, pero también amores. La existencia de la diversidad a la hora de elegir pareja se hace más que evidente cuando se observan y se analizan las relaciones que mantienen algunos de los ejemplares que habitan en el parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm. Los idilios entre su fauna se pueden apreciar durante estos días en este espacio de conservación que, coincidiendo con la celebración de San Valentín el próximo 14 de febrero, ha preparado unas actividades de entretenimiento y enriquecimiento ambiental especiales.

Las praderas y recintos de este parque de conservación concentran más de 1.500 ejemplares de 200 especies, entre los que se pueden observar comportamientos amorosos de todas las clases. Desde la familia de gibones monógama que una vez constituida es muy raro que se separe, a los saimiri que confunden el comportamiento de dominancia entre individuos del mismo sexo, con el cortejo sexual, pasando por los promiscuos zorros voladores que no establecen vínculos duraderos de pareja.

Las relaciones amorosas fluyen en este entorno que recrea diversos ecosistemas silvestres, y para conmemorar San Valentín, patrón de los enamorados, se desarrollarán los días 13 y 14 de febrero actividades de enriquecimiento en el aviario donde además se explicarán las relaciones intraespecíficas de los guacamayos o las aratingas. También en la granja de Europa se llevará a cabo una sesión de alimentación para las aves, donde destaca el romance entre una pareja de pavo real con una hembra de pavo común que, a pesar de ser de especies distintas, se atraen igualmente. El pavo real utiliza sus plumas en el ritual de apareamiento desplegándolas en forma de abanico para impresionar a su amada.

Los titis Goeldi podrán disfrutar de un enriquecimiento ambiental que ha sido especialmente diseñado para esta ocasión. El equipo de cuidadores de Terra Natura Benidorm decorará la instalación de estos pequeños primates con corazones y cajas que esconderán suculentos alimentos con el fin de fomentar la curiosidad de estos animales y su entretenimiento en aras de su bienestar. En esta especie, los machos inician conductas afiliativas y de cortejo con más frecuencia que las hembras. En los grupos suelen haber varios machos reproductivos, pero no es frecuente que haya más de una hembra reproductiva.

Además, durante este fin de semana, se efectuarán actividades de alimentación de flamencos, ñandúes y grullas japonesas. La acción dedicada a las grullas estará acompañada por una charla en la que se desvelarán las características de la fase de cortejo. Una vez que la especie formaliza su pareja se mantiene unida durante muchos años e incluso llegan a ser fieles de por vida. Estas aves son especialmente conocidas por el baile ritual entre la pareja, como parte del cortejo.

Como cierre de la programación didáctica y lúdica se ofrecerá una sesión de alimentación en el recinto de los zorros voladores y los loris arcoíris. En esta última especie cuando se acerca la época de apareamiento los machos se exhiben y cortejan a las hembras arqueando su cuello y moviendo el cuerpo de arriba hacia bajo. Una vez se establece la pareja, estos loros suelen mostrarse cariñosos prodigándose caricias, atusándose la cabeza uno al otro y reforzando así sus vínculos, algo fundamental para la reproducción y el periodo de cría.

Funcionalidad del cortejo
El ritual de cortejo es innato en las especies animales, puesto que es el primer paso para el apareamiento. Asimismo, permite reducir los enfrentamientos entre machos entre animales territoriales. Este proceso, en función de cada especie, puede incluir estímulos visuales, como un colorido plumaje o una coreografía; auditivos o químicos.