Pongo la tele y lanzan la jabalina, montan en bici, pelean, corren, encestan muchas personas. Olimpiadas retrasadas. Tokio 2020.
Carreras, caballos, piraguas, como se llamen… Y como ciclos se repiten cada cuatro años, cinco en estos tiempos digamos especiales.
Y pienso en el otro ciclo que mensualmente tenemos como especie humana, dotado al inicio de la carrera de la maduración celular para que algunos de los 200.000 óvulos que existen almacenados en el abdomen de las mujeres sea de una forma u otra completado. Un ciclo se completa cuando el óvulo “salta” desde el ovario (a ese salto olímpico llamamos ovulación) y desciende como puede raudo para entre las trompas de Falopio (vaya nombre, era un gran médico y anatomista italiano de Módena, del siglo XVI) y desde allí a toda pastilla hasta el útero. Como en un deporte innato, un titán convencido de su fuerza salta del ovario hasta que llega al útero el óvulo y si es fertilizado por algún espermatozoide, deja la carrera, se aparta e inicia “otra” carrera diferente que terminará a veces en el parto.
Pero si no ocurriera, y siempre bajo el influjo de las humanas hormonas, ese óvulo llegará a completar tras 28 días un ciclo que termina con la menstruación, que es la parte final de esta maravilla que ocurre tan a menudo y consiste en el sangrado periódico, también llamado PERIODO, REGLA, que dura en general de 3 a 7 dias. Es muy variable la cantidad de sangre “eliminada” por periodo, pero como promedio es de unos 80 gramos, un vaso por la mitad.
Me maravilla cómo las hormonas folículoestimulante (FSH) y luteinizante (LH) que vienen del cerebro le dicen a los estrógenos del ovario que espabilen y trabajen para que el óvulo madure en su folículo y pueda saltar. Saltar. Altius, Fortius. El diálogo hormonal me maravilla, su misterio me envuelve. Y tras la ovulación otra hormona, la progesterona prepara al útero por si hay embarazo, pero si no, deja de segregarse y se produce el sangrado mensual. Y así mes a mes , año tras año.
Le diré a mis nietas que éste milagro les ocurrirá a ellas también, que escuchen su cuerpo cada dia. Que consulten si notan algo raro, que aprendan a protegerse de embarazos no deseados y a cuidar los queridos como el tallador de diamantes vigila sus ojos.
Que durante o antes de cada ciclo menstrual puede doler la espalda, la cabeza ,dormir peor, sentirse más triste sin motivo, cansada, y algunos inesperados cambios más.
Pero que lo que ocurre es normal, que hay que intentar que no afecte a vuestro estilo de vida.
Que sois campeonas de nacimiento.
Hasta pronto.
Dr.D.Mariano Mancheño Segarra.
PEDIATRIA.
PUERICULTURA
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