Juzgan a una mujer acusada de no comunicar la muerte de su marido y seguir cobrando la pensión por incapacidad permanente del fallecido durante siete años.
La Fiscalía mantiene que la mujer quedó viuda el 30 de enero de 2009 pero no comunicó el fallecimiento a la Seguridad Social,pese a que sabía que tenía obligación de hacerlo, por lo que siguió cobrando la pensión hasta noviembre de 2016, cuando la administración pública tuvo conocimiento de la muerte del pensionista.
En total, cobró 63.900 euros en una cuenta bancaria de una sucursal de Benidorm.
La Fiscalía solicita inicialmente una pena de prisión de cuatro años por un delito contra la seguridad social.