Su joya más preciada es el agua cristalina que fluye por las impresionantes “Fonts de l’Algar”, un tesoro natural de la comarca de la Marina Baixa, que están situadas a tan solo tres kilómetros del casco urbano callosino, y son un paraje de gran valor medioambiental y cultural.
Este enclave mágico recorre un kilómetro y medio del del río Algar, donde los visitantes pueden disfrutar con cascadas, manantiales que brotan de la roca, remansos de agua ideales para bañarse y un paisaje único moldeado por la acción kárstica del agua.

El itinerario incluye elementos históricos como la antigua presa, el canal y las acequias centenarias, además de zonas de picnic y paneles informativos que enriquecen la experiencia.
En sus alrededores, se puede disfrutar de un camping y restaurantes que ofrecen lo mejor de la gastronomía local, además de un parque temático sobre dinosaurios.
El Casco Antiguo de Callosa, un lugar lleno de sorpresas donde desconectar y vivir nuevas experiencias, esconde tesoros arquitectónicos como la iglesia Arciprestal de San Juan Bautista, con su valioso órgano barroco de 1754, o el lavadero del siglo XVIII, más conocido como “el Poador”.

Sus Fiestas de Moros y Cristianos, celebradas en el mes de octubre, son una tradición que data de 1860 y están declaradas desde 1985 de Interés Turístico nacional.

Además, la gastronomía local, rica y variada, te ofrece la oportunidad de saborear platos típicos como los ‘minxos’ o el ‘aròs amb costra’ y, por supuesto, el níspero denominación de origen, una fruta exquisita y sabrosa como pocas, con la que se elaboran, conservas, miel, y otras delicias.
