Han sido detenidas 13 personas, entre los que se encuentra el cabecilla de la organización, que tenía 31 causas pendientes relacionadas con narcotráfico en Polonia y se escondía en un chalet de lujo en España
El líder de la organización residía en una urbanización de lujo en Altea, a quien le constan 31 imputaciones de delitos relacionados con el narcotráfico
La Guardia Civil y la Polish Central Bureau of Investigation de Polonia, coordinados por Europol y Eurojust en la denominada operación Bratva, han detenido a 13 personas integrantes de una organización criminal de origen polaco dedicada al tráfico de drogas desde España hasta los países escandinavos y Polonia.
La Guardia Civil y la Policía de Polonia detectaron, a finales de 2020, una organización que estaba asentada en la provincia de Málaga, compuesta por personas con amplios antecedentes relacionados con el narcotráfico.
Se detectó al líder de la organización residiendo en una urbanización de lujo en la localidad de Altea, a quien le constan 31 imputaciones de delitos relacionados con el narcotráfico en su país, y a otro alto cargo de la misma en Estepona. La Fiscalía de Polonia solicitó las Órdenes Europeas de Investigación y Detención y Entrega (OEDE) de estos dos individuos que fueron ejecutadas por la Guardia Civil con la colaboración de Agentes de la policía polaca desplazados hasta España. Se procedió al registro de los dos domicilios y a la detención de ambos, siendo incautados numerosos dispositivos electrónicos conteniendo información de interés para la investigación y documentación para su análisis, así como más de 300.000 euros en efectivo que ocultaban en una de las viviendas.
En un polígono de Coín
Los agentes de la Guardia Civil pudieron verificar que los miembros de la organización estaban haciendo uso de una nave ubicada en un polígono industrial en Coín (Málaga) y detectaron frecuentes movimientos de los investigados en el citado lugar, donde accedían vehículos pesados en medio de fuertes medidas de seguridad.
En una de las vigilancias observaron la llegada de un camión de gran tonelaje que llegaba a la nave donde fue recibido por uno de los investigados y se procedió a la carga del mismo en plena noche, lo que incrementó las sospechas de la actividad que se desarrollaba en dicho lugar. Una vez que el camión se marchó del lugar y ante las sospechas de que pudiera llevar oculto algún tipo de sustancia estupefaciente, se le interceptó en la A-7 en la provincia de Málaga.
Tras una primera inspección en su interior, los guardias civiles hallaron material cerámico y estructuras de mármol. Con la ayuda de un perro detector de drogas, se localizaron ocultos entre la mercancía, 65 kilogramos de marihuana y 117 kilogramos de hachís. Como resultado, se detuvo al conductor de nacionalidad serbia, quien manifestó a los agentes que el destino de la carga era Suecia.
Seguimiento
La investigación continuó abierta durante varios meses y permitió seguir a tres componentes de la organización durante uno de los traslados de la droga. Los sospechosos circulaban por la A-92 separados en dos vehículos y manteniendo una distancia fija uno delante del otro, este método es conocido como Go Fast, cuya función es la de reconocimiento del recorrido para advertir al vehículo de carga, que circula detrás, de la posible presencia policial durante el trayecto. Una vez interceptado el vehículo de carga, los agentes descubrieron un doble fondo con tres paquetes de tabletas de hachís de 30,6 kilogramos que el conductor de origen polaco pretendía transportar a su país, por lo que se procedió a su detención.
Se realizaron entradas y registros en domicilios de Estepona, Marbella y Coín, donde fueron incautados 56,6 kg de hachís, 2.355 euros, 4 vehículos, pistolas táser, walkie talkies, material electrónico, documentación, objetos y prendas de equipamiento policial, tales como chalecos, camisetas, placa identificativa y mascarillas, todo ello con el emblema de la Guardia Civil.
Los efectos policiales son utilizados por las organizaciones de narcotraficantes para hacerse pasar por miembros de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para así robar la droga a otros narcotraficantes, lo que en el argot se conoce con el término “vuelco”.
Como resultado de la continuación de la investigación fueron detenidos otros dos ciudadanos polacos.
A su vez, en Polonia por parte de la policía de dicho país y con presencia de agentes de la Guardia Civil en las actuaciones llevadas a cabo, se procedió a la detención de otros 7 miembros de la organización, entre ellos al tesorero.
La operación se ha saldado con la desarticulación de la organización y con detención de 13 integrantes de la organización criminal, entre ellos el líder de la misma quien es considerado un importante “capo” del narcotráfico en Polonia y los países escandinavos. Además se han incautado durante la operación 204 kilogramos de hachís y 65 de marihuana, así como un total de 6 vehículos.