Este martes 16 de marzo de 2021 se celebraba el Día Mundial del Trabajo Social. Una fecha para conmemorar y recordar las numerosas contribuciones de estos profesionales en las familias, comunidades y la sociedad en general. Los asistentes sociales aportan su buen hacer y profesionalidad en situaciones difíciles como la actual. Hemos hablado con el Concejal de Bienestar Social de Altea, quien ha destacado que “esta efeméride anual nos brinda una oportunidad única para visibilizar el inmenso trabajo que han realizado en Altea, ahora que se cumple un año desde el inicio de esta pandemia y felicitarles por ello. Son todo un orgullo para nuestra localidad”.

¿Cómo ha funcionado el equipo de Servicios Sociales en esta crisis?
Yo quiero destacar la fortaleza que tiene Altea con su equipo de Bienestar Social, desde las personas que te abren la puerta hasta las personas que te atienden, administrativos, trabajadores sociales, abogados, psicólogos, todo, todo el equipo. Yo he vivido una situación junto con ellos, inesperada, como para todo el mundo, y veo donde realmente está la capacidad de una persona para ayudar a otra. Un trabajador social tiene que empatizar con la persona que acude y que realmente se siente en ese riesgo de vulnerabilidad. Si tuviéramos que examinar a los trabajadores y trabajadoras sociales de Altea, sacarían un 10 porque han sido espectaculares durante toda esta crisis sanitaria. Pero no solamente en esta crisis sanitaria. Yo estoy aquí un año antes de que estallara la pandemia y he conocido a unas personas muy profesionales, pero sí que es cierto que cuando llegan estas cosas es cuando te demuestran. Es como una profesora o un profesor en un cole. Se nota cuando realmente tienen vocación. Y por eso creo que que Altea tiene mucha suerte de tener, al equipo humano que tiene en Bienestar Social.

¿Cree que no se conoce realmente la labor que realizan?
En esta semana en la que se ha celebrado el Día Mundial del Trabajo Social quería reconocerles toda su dedicación. Es de resaltar porque claro, en este tiempo de pandemia han existido colectivos que por su labor, importantisima, son más visibles e identificables a primera vista, en cambio las y los trabajadoras sociales que están desempeñando una labor primordial y muy necesaria, no tienen esa visibilidad y facilidad de identificación para la ciudadanía, porque su labor es anónima, no salen con ese chaleco distintivo, por decirlo de alguna manera. La gente no los reconoce como a otros colectivos y dice: “Mira, por ahí va un trabajador social”. No se les ha aplaudido como a los sanitarios o a otros sectores esenciales. Y ellos han estado al pie del cañón desde el primer día.

¿En Altea durante toda la crisis han estado trabajando presencialmente?
Al trabajador o trabajadora social, da igual dónde lo pongamos, dentro del mapa de España e incluso a nivel mundial. Pero yo conozco a los míos, yo conozco el trabajo que se ha realizado aquí a nivel local. El día 13 de marzo de 2020 nosotros tuvimos una reunión, todo el equipo del departamento. Era un viernes, antes de que se nos dijera que había un confinamiento, porque hace un año la palabra confinamiento nos sonaba a chino. Eso es así. Y antes de que saber qué podía pasar de usar una mascarilla, guantes, ellos y ellas ya decidieron que no iban a dejar al Altea sola.
Se decidió entre todos que Altea y todos los alteanos o alteanas que necesitan alguna ayuda la iban a tener. Lógicamente tuvimos que estar una serie de días sin estar presencialmente porque así se nos obligó por la situación. Pero en cuanto nosotros pudimos, a los pocos días, aquí se siguió trabajando presencialmente. Se empezó a trabajar en tres equipos que luego se redujeron a dos.

¿Cómo eran esos equipos?
Se intentó que fueran equipos equitativos con los auxiliares administrativos, trabajadores sociales, psicólogos y personal jurídico coordinados, para que realmente siempre hubiera alguien en el departamento desde las ocho y media de la mañana hasta las tres de la tarde. Pero es que luego por la tarde también estaban operativos aunque estaba fuera, de su horario y salario normal. Ahí es donde han marcado la diferencia nuestros trabajadoras y trabajadores sociales. Todos se llevaron su teléfono a casa.

Cada vez que había una llamada se intentaba atender. Fueron las cuatro, las cinco, las siete o hasta las ocho de la tarde. Estaban pendientes de la centralita y pasaban el teléfono a la persona que estuviera o que necesitara esa atención. Y eso hay que resaltarlo. Hay que ser realistas y hay que valorarles esa gran labor que hicieron y siguen haciendo.

¿Cómo fueron esos primeros meses?
Lógicamente una trabajadora o un trabajador social no navega solo. Al lado, tiene que tener esa persona, ese auxiliar.. Quiero reconocer también la labor de nuestros conserjes. Que se fueron turnando para que nuestros vecinos tuvieran la mejor atención si tenían que venir presencialmente. Y claro, tuvieron que aprender a la velocidad de la luz (porque ahora después de un año nos parece lo más normal), a tomar temperaturas, a decirles que se higienizaran las manos, a que se pusieran la mascarilla. Ya no era que no se quisieron poner la mascarilla, es que había gente que no tenían ni para mascarillas, con lo cual llegamos a tener cajas de mascarillas para todo el que venía a servicios sociales y que se tenía que atender presencialmente. Ese trabajo que se hizo desde la puerta tiene que ser valorado, tiene que ser reconocido. Y no solamente por el concejal que ahora mismo existe. El municipio creo que tiene que estar orgulloso de la gran labor que han hecho los trabajadores de Servicios Sociales en Altea.

Actualmente ¿Cómo se está trabajando?

En la actualidad seguimos con dos equipos burbuja que están equitativamente montados y organizados y los cuales siguen trabajando igual. El equipo que no está presencialmente, está téletrabajando. Es cierto que se ha mejorado mucho el teletrabajo, pero aquí en el departamento mucho más, porque a través de Internet, de las redes que tenemos enlaces directos con Consellería, con Diputación, con el Ministerio, podemos trabajar en casa y podemos obtener los datos que necesitamos para poder seguir trabajando y montando expedientes y buscando esas ayudas o esas necesidades que tienen los vecin@s de Altea. Lo único que se ha perdido en algunas ocasiones es el mirar a la gente a los ojos. En plena pandemia se tomó una gran decisión y para mí muy acertada, que era pedir lo mínimo a la gente. O sea, había miedo de salir a la calle, íbamos a comprar porque la necesidad así lo requería, pero no hemos obligado a nadie a venir a traer un documento físico hasta que todo esto se suavizó prácticamente en verano. Entonces hay mucha gente que solicitaba una ayuda e intentábamos concederla de inmediato para que pudiéramos seguir hacia adelante. Y una vez que todo se tranquilizó un poco, fue cuando ya se empezó a solicitar, pues, las justificaciones de esas ayudas económicas muchas veces directas que se requerían.

¿Ha crecido mucho en Altea el número de personas que solicitan algún tipo de asistencia?
Ya tenemos números concretos. Hemos cumplido un año de pandemia. Ya tenemos números de familias atendidas y no es que se haya duplicado… se ha triplicado una atención al ciudadan@ con necesidades y con recursos reducidos. O sea, ahora mismo servicios sociales es de los presupuestos que más ha subido en el año 2021 para para seguir apoyando a las familias en esta crisis. Se ha incrementado más de 110.000 euros el presupuesto desde 2020 al 2021. Pero aquí no se está gestionando solamente de dinero municipal. Se ayuda a las personas con necesidades locales, se ayudan también con tramitación de ayudas gubernamentales, Consellerías y muchas veces hacemos es de informadores, hacemos de asesores y de tramitadores, porque hay gente que no tiene ni un simple ordenador en casa, para poder llegar a tramitar una ayuda. Entonces el trabajador o trabajadora social no solamente tramita una ayuda local, sino que también ayuda, asesora e invierte esa cita con esa persona para poder tramitar las ayudas a otros organismos.

¿Actualmente cuantas personas conforman el departamento de Bienestar social?
Hay 20 personas. Tenemos un aumento en la plantilla en este momento de tres auxiliares administrativos ayudándonos a organizar la burocracia física. Actualmente el departamento se compone de cinco trabajadoras sociales, dos psicólogas, dos educadoras, una monitora, una abogada, 5 auxiliares administrativos, tres conserjes y el coordinador del departamento que también es trabajador social.

¿Qué mensaje les manda a los trabajadores de Servicios Sociales?
Como concejal del área les diría que sigan, que sigan apostando por esa sensibilidad que les marca y que sigan apostando por tener a la localidad de Altea y a su departamento de Servicios Sociales en lo más alto en cuanto a atención al ciudadano. Pero como persona, como José Luis León, les diría GRACIAS, porque es cierto que si yo fuera un usuario de servicios sociales, creo que sabría que estoy en el pueblo adecuado para que me atendieran porque son personas excepcionales.