La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han desarrollado una investigación conjunta relativa a los delitos de favorecimiento a la inmigración ilegal, tráfico de drogas y contrabando. Esta investigación ha permitido desarticular una organización criminal establecida en Alicante y formada mayoritariamente por ciudadanos de origen argelino dedicada a transportar sustancias estupefacientes, principalmente cocaína y pastillas de drogas sintéticas, desde la costa de Alicante hasta Argelia, para luego realizar el trayecto de vuelta con migrantes ilegales, sirviéndose para ello de embarcaciones neumáticas semirrígidas de alta velocidad, conocidas como “narcolanchas” o “pateras taxis”, las cuales permitían realizar los trayectos de ida y vuelta en pocas horas, obteniendo así grandes beneficios económicos.

La investigación policial dio comienzo cuando por parte de los grupos de Policía Nacional especializados en la investigación de redes y organizaciones dedicadas a la introducción de personas de manera irregular desde África hasta nuestro país, se tuvo conocimiento de la existencia de una organización criminal compuesta por ciudadanos de origen argelino dedicados al tráfico de sustancias estupefacientes, favorecimiento a la inmigración ilegal y contrabando con la compra, almacenamiento y utilización de lanchas rápidas para el traslado de personas migrantes a las que llegaban a cobrar entre 6.000 y 10.000 euros por persona.

Guardería’ de ‘narcolanchas’
En base a estas informaciones, se estableció un operativo conjunto entre Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, llevándose a cabo vigilancias e investigaciones en zonas costeras de Alicante en las que se vienen detectando movimientos de “narcolanchas”, consiguiendo finalmente localizar una finca que hacía de “guardería” de estas embarcaciones.

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Del resultado de las vigilancias realizadas en torno a la citada finca, los investigadores observaron un trasiego de vehículos que entraban y salían remolcando las embarcaciones, comprobando además que algunas de ellas se encontraban cargadas con bidones de gasolina preparadas para realizar la travesía entre las costas de España y África.

Fruto de esta investigación, tras una serie de gestiones y seguimientos realizados a las personas que transportaban los vehículos y las embarcaciones, se pudo constatar el almacenamiento y la utilización de varias “narcolanchas” por parte de la organización criminal.

Estructura organizativa de la organización criminal
La estructura organizativa del grupo criminal investigado, lo formaban principalmente ciudadanos de origen argelino y marroquí, si bien, se pudo observar durante la investigación que entre los miembros de la organización también se encontraban ciudadanos españoles que daban apoyo logístico a la hora de echar al agua y recoger y depositar las embarcaciones tras la navegación, formando así una organización de carácter internacional, ya que necesitaban de personas en Argelia para publicitarse, conseguir y organizar a los inmigrantes ilegales para traerlos hasta nuestras costas, previo pago de altas cantidades de dinero.

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La novedad constatada en este “modus operandi” es que las embarcaciones no partían desde el continente africano, sino que lo hacían desde Alicante hacia Argelia para trasladar sustancias estupefacientes y traer personas en el viaje de regreso, estando la organización asentada en nuestro país, en el cual tenían su base de operaciones.

Para llevar a cabo el funcionamiento de la organización, existían un claro reparto de funciones; mientras unos se encargaban de labores de intermediación, compra y recogida de embarcaciones, otros eran los encargados de elaborar las sustancias estupefacientes y preparar las embarcaciones, embarcar y marcharse de nuestras costas con la mayor celeridad posible.

La capacidad económica de la que disponían era financiada a través de una empresa con sede en Francia, gestionada por varios individuos que, a su vez, se encargaban de la recogida de las embarcaciones en España y la búsqueda de personas para logística y fabricación de las sustancias estupefacientes, botadura de embarcaciones y traslado de inmigrantes hacia nuestro país.

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En cuanto a su estructura logística estaba sumamente planificada, contando con un depósito privado de vehículos que hacía las funciones de guardería y una empresa de grúas para ejercer los traslados de las embarcaciones a la hora de movilizarlas, simulando transportes legales a plena luz del día. Además, contaban con numerosos recursos humanos en la operativa criminal como gruístas, petaqueros (personas dedicadas a llenar garrafas de gasolina en estaciones de servicio), mecánicos, personal de contra vigilancia, pilotos y personal dedicado a la botadura de las embarcaciones, así como una gran capacidad de sintetizar droga o adquirirla para su traslado.

Salida al mar y recogida de las embarcaciones, desde una playa urbana de Alicante
Esta investigación ha puesto de manifiesto, la utilización de lanchas semirrígidas para el transporte ilegal de migrantes a territorio nacional, teniendo constancia plena, tras varias vigilancias y seguimientos, de que, al menos, se llegaron a utilizar de esta manera dos embarcaciones que salieron de la provincia de Alicante, constatándose que una de ellas fue interceptada en una playa de Almería transportando 25 migrantes de origen argelino y confirmándose que dicha embarcación era propiedad de la organización criminal investigada.

Fase de explotación
Realizadas todas las investigaciones necesarias, se llevó a cabo la fase de explotación de la operación en la que participaron agentes de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, estableciéndose para ello un dispositivo policial que permitió la detención de siete personas por delitos de favorecimiento a la inmigración ilegal, pertenencia a organización criminal, delito contra la salud pública y contrabando.

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Tras las detenciones, se llevó a cabo una inspección en los lugares donde tenían resguardadas las embarcaciones, incautándose un total de tres lanchas semirrígidas, de más de ocho metros de eslora y dotadas con motores de más de 200 CV de potencia cada uno y sus respectivos remolques. En el interior de las mismas se hallaron repartidas un total de 41 garrafas de gasolina que fueron intervenidas, así como tres vehículos de alta gama, teléfonos móviles, dispositivos GPS y herramientas para la reparación de las embarcaciones.

Asimismo, se localizaron once bidones de unos 25 litros cada uno, que contenían diferentes tipos de componentes químicos muy inflamables, utilizados para la preparación de sustancias estupefacientes.

Los detenidos, de nacionalidad argelina, marroquí y española, de entre 40 y 58 años de edad, fueron puestos a disposición del Juzgado de instrucción de Alicante.

La utilización y tenencia de este tipo de embarcaciones neumáticas semirrígidas con determinadas características, sin haber sido registradas oficialmente ante el Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria, constituye una infracción penal prevista en la Ley de Contrabando.

La operación policial continúa abierta y no se descartan más detenciones.