Controles antibotellón y de alcoholemia, control de fiestas, con especial atención a las partidas rurales, y control de aglomeraciones en zonas de ocio
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha dado a conocer el operativo especial diseñado por el área de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante para el 31 de diciembre. En rueda de prensa, Barcala, que ha estado acompañado por la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, el concejal José Ramón González, y el comisario principal, José María Conesa, ha anunciado que “el gobierno municipal de Alicante ha decidido declarar el día 31 como de ‘Alto Riesgo’ ante el temor de que las celebraciones por el fin de año, un año lleno de noticias malas por la pandemia, puedan ocasionar una ola de posibles contagios de coronavirus”.
El alcalde, ha apelado en primer lugar, “a la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Muchos de los contagios se producen en viviendas en el entorno familiar y en encuentros sociales. Para ello insistimos en pedir prudencia porque el virus está ahí y las cifras de muertos en nuestro país son muy preocupantes”.
Ante la evolución negativa de los datos de la pandemia en la Comunidad Valenciana y ante el previsible incremento de la actividad social el último día de 2020, Barcala ha explicado que se ha decidido “adoptar medidas excepcionales para el día 31. Dado que el toque de queda ha quedado establecido para las 24:00 horas, hemos establecido un operativo para ese día entre las 10:00 horas y las 24:00 horas en el que participarán cerca de 300 personas entre miembros de la Policía Local y agentes de Protección Civil.
El operativo se va a desarrollar a través de tres planes de choque que serán coordinados por la Concejalía de Seguridad. En primer lugar, se ha decidido activar un “Plan antibotellón y alcoholemia”, que conlleva el incremento del control en distintas zonas de la ciudad para evitar el botellón, así como el establecimiento de controles estratégicos y aleatorios de alcoholemia por toda la ciudad y con especial incidencia en los accesos a Alicante y en la zona de la playa de San Juan.
En segundo lugar se va a activar el 31 de diciembre un Plan de Control de Fiestas, que pondrá el acento en las viviendas de las Partidas Rurales, al haberse detectado la convocatoria de celebraciones especialmente en el extrarradio de la ciudad. “Ya hemos apelado a la responsabilidad, pero aquellos que no sean responsables – ha señalado Barcala- deben saber que las fuerzas de seguridad van a patrullar por zonas donde hay viviendas diseminadas para comprobar que no se producen celebraciones con más personas de las permitidas”. Para la vigilancia y control de estas fiestas se ha solicitado la colaboración de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
Y en tercer lugar, un Plan de Control de Aglomeraciones en las Principales Zonas de Ocio. Esta actuación hará especial hincapié en las zonas de Castaños, el Barrio y la playa de San Juan. En cuanto a la zona de Castaños, el plan prevé un control policial de accesos, con delimitación de de entradas y salidas, de tal modo que no se sobrepase el aforo ni se produzcan aglomeraciones. A esta zona habitual de tardeo se podrá acceder el 31 de diciembre por el control en la zona de la calle del Teatro y en la calle Bailén, mientras que las salidas se situarán en la calle Gerona y en la calle Bazán. En los otros puntos de la ciudad con control de aforos, como el Barrio y la playa de San Juan, habrá patrullas desplazándose para vigilar que en todo momento se se cumplan las normas anticovid.
El alcalde ha señalado, tras presentar el dispositivo, que “no me cansaré de apelar a la responsabilidad de todos, porque si no lo somos lo pagaremos muy caro. El día 31 los casos se pueden disparar. Intentemos que en Alicante no ocurra. Un día de fiesta sin respetar las recomendaciones sanitarias nos puede salir carísimo y nos puede llevar a nuevas restricciones cuando pasen las fiestas”.