Debido a la detección de una plaga de Tomicus, el departamento de Jardinería de La Pública está llevando a cabo diversas actuaciones para evitar su propagación. “La primera medida ha sido talar el ejemplar de pino infectado situado en el polígono industrial de Altea” Así lo ha explicado el concejal responsable Diego Zaragozí quien ha destacado que “además en toda la la zona detectada se ha aplicado mediante endoterapia tratamientos fortificantes y a continuación se aplicarán también mediante endoterapia tratamientos insecticidas”.

Los insectos perforadores son autóctonos y pueden ocasionar daños cuando la población asciende por encima de un umbral determinado

Métodos de lucha
El concejal de La Pública ha explicado que “a parte de estas actuaciones destinadas a reducir la incidencia de la plaga y reforzar la salud de los pinos en la zona de infestación, se va a proceder a colocar trampas con feromonas en varias zonas del municipio donde se ubican pinos”.
Zaragozí destacó que “estas trampas se utilizan para capturar ejemplares y a su vez para estudiar el nivel de infestación de la plaga en otras zonas de nuestro municipio y poder acometer a la mayor brevedad posible los tratamientos necesarios”.
Los trabajadores del departamento de Jardinería de La Pública ya han iniciado además la colocación de trampas para evitar que los árboles sanos resulten afectados por el Tomicus. Estas trampas funcionan capturando los insectos adultos para reducir su población.
Finalmente Diego Zaragozí ha querido resaltar que “estos tratamientos se están realizando de forma rápida para tratar de evitar una propagación de la plaga y garantizar la salud medioambiental de nuestro pueblo”.

Perforadores o barrenillos
Esta plaga está causada por el coleóptero Tomicus destruens. Los perforadores son coleópteros de pequeño tamaño (no superan los 10 mm de longitud), de colores oscuros, negros o castaños. Son voladores, y poseen una gran capacidad de dispersión. Desarrollan su ciclo reproductor sobre los pinos enfermos o debilitados por sequías, por ataque de otras plagas, etc. Estos insectos son capaces de detectar la existencia de árboles debilitados mucho antes de que esta debilidad sea patente para el hombre. Durante los meses de invierno se refugian en escondites. En primavera comienzan la actividad y las hembras realizan las puestas (galería). A los pocos días nacen las larvas que excavan galerías perpendiculares a la galería de la hembra «madre». De aquí pasan a pupa y luego ya se transforman en adultos (que salen por los agujeros realizados anteriormente). Los adultos se alimentan de las ramas terminales. Al producirse estos daños, el árbol presenta la copa con una tonalidad amarillenta que posteriormente cambia a rojiza, indicando la muerte del pino.